No sé que más decir
en medio de esta angustia.
Ya no me queda aliento para seguir
en mitad de una nada vacía y vilipendiada.
No me atrevo a pasear
porque el llanto ahoga mis abrazos
y los besos son absorbidos
por el agujero negro del espanto.
No, no sé que más decir
y mantengo mi boca cerrada
con la mascarilla del olvido
que silencia mis palabras.
Te miro tras el cristal,
tranquila, no llueve.
Son mis lágrimas,
no he podido controlarlas
y caen desbocadas por mi cara,
inducidas por el adiós desnaturalizado
que te arrebata la vida
dando bocados al aire que te falta.
Tremendo tu poema!! ...la mascarilla silencia hasta el alma!! Un abrazo
ResponderEliminarUn abrazo Hanna. Gracias por tus palabras. Un silencio donde las miradas son aquellas que hablan.
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