Existe un viejo refrán que expresa "Cuanto menos se diga, antes se arregla".
Por comodidad, solemos utilizar en la vida diaria frases de ese tipo, bien para justificar que no somos capaces de actuar o bien para evitar discusiones o situaciones desagradables. Pero bajo mi parecer, por lo que la vida me ha puesto delante, esto solo nos encamina a un estado anímico, en el que negamos la realidad de un problema que está ocurriendo.
Evidentemente hay cosas que no merece la pena discutirlas por disparidad de opiniones y personalidades distintas a la hora de ver la misma situación. “todo es de una u otra forma según el cristal desde el que se mira” -pero se puede dialogar-.
Tú puedes, por ejemplo, pensar en diversos temas sobre cuya discusión no vale la pena molestarte en perder tu valioso tiempo y energía, pero la otra persona puede verlo de diferente forma y -debe hablarse con respeto-.
Sin embargo hay cuestiones que realmente merece tanto diálogo y discusión como se le pueda dar, porque no hacerlo rompe relaciones.
El lema que bajo mi punto de vista tenemos que tener atesorado en nuestra mente es "cuanto más se diga, más rápido llega la ayuda".
Mirar para otro lado, solo puede ocasionar que al final no tenga solución una contrariedad y que el silencio se apodere de nosotr@s.
Mirar para otro lado, solo puede ocasionar que al final no tenga solución una contrariedad y que el silencio se apodere de nosotr@s.
Hola cielo estoy deacuerdo contifo hay que saber escuchar
ResponderEliminarun beso corazon
y lo más importante, empatizar con el que habla
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, pues hay cosas que se deberían hablar y callamos por miedo, pero eso acarrea problemas futuros que no tienen ya solución.
ResponderEliminarCreo Lola que hay que saber escuchar pero también medir las palabras cuando estamos en desacuerdo con alguien. No siempre llega la ayuda cuando se dice todo... si yo dijera todo lo que tengo para decir... sería un desastre!! :)
ResponderEliminarbesitosss
humildemente agregaría que cuanto más se diga y con todas las letras, más rapido llegará la ayuda y menos confuso será todo
ResponderEliminareso lo aprendi en mi vida, no dejar las cosas dichas a medias porque siempre da lugar a malos entendidos
besos, Lola
Soy de las que pienso que la palabra es importante en la comunicación. Los silencios pueden significar muchas cosas, y nos pueden llevar a interpretaciones erróneas. Ponerse frente a frente siempre es mejor que dar la espalda.
ResponderEliminarUn abrazo, pensadora
Efectivamente Luna, oír es fácil, escuchar fundamental. Un beso preciosa
ResponderEliminarHas dado en el clavo Jesús “empatía” que significa sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra. Y que difícil resulta a veces.
Claro Isabel la falta de comunicación es el cáncer que mata la relación poco a poco…..
Paula en esta ocasión no estoy contigo, cuando te callas alimentas malestar y todo por miedo a lo que pueda ocurrir después ¿de qué vale guardártelo? Decir lo que sentimos con todo el respeto y empatía hacia la otra persona suma más en una relación. Besitos guapa
Esos malos entendidos que van haciendo la bola cada vez más grande y al final nos arrastra. Besitos Laura
Ponerse frente a frente y hacer uso de la palabra para no confundir con nuestros silencios, creo que es lo mejor. De otra forma el malestar amarga como la hiel y eso a la larga nos hace daño internamente porque la otra persona no sabe que está pasando.
No todo el mundo esta dispuesto a escuchar, hay personas que viven en su mundo o en mundos paralelos,para ellos la razon es otra,y tú, no los haras cambiar,otros influenciados por otros temas aunque vean que tienes razon no te la daran se deben a sus cargos y no morderan la mano del que les da de comer,esto ultimo va por la politica,tengo conocidos que aunque vean la claridad del sol, diran que es una sobra,por experiencia propia lo he comprobado
ResponderEliminarperdon besabrazos que escribi muy rapido,besabrazos grandes querida amiga
ResponderEliminarNo hay mejor oido que el que escuha desde un latido, ni mejor dialogante que el que aprende a ver ese latido.
ResponderEliminarAprender a escuchar es la recompensa de saber que decir.
Un beso
también hay que decir que somos amos y señores de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras.
ResponderEliminarYo disfruto mucho escuchando y tengo por lema quedarme callado cuando no estoy seguro de lo que digo, antes que meter la pata.
ResponderEliminarSaludos.
Es verdad que no todo el mundo está dispuesto, pero sería lo apropiado, nos iria mejor y seriamos más sociables... Y del mundo de la política ni hablo.... ¿lo entiendes verdad? Besabrazos querido amigo mio. dicen que al buen entendedor con pocas palabras basta.
ResponderEliminarUffff Stelios, me quedé sin saber que decir, tu lo has dicho todo. Un beso
Pio que si, pero que prefiero hablar, aun cuando después sea esclava de mis palabras, porque todas serán vertidas desde el respeto hacía la otra persona y me ayudará a quererle y respetarle aún mas.
Rubo, buena estrategia la tuya, siempre habrá tiempo de argumentar cuando acabemos de escuchar. Para meter la pata mejor calladitos. Saludos
ResponderEliminarEscuchar al otro es la repera. Yo la otra tarde aprendí hasta cosas de Macroeconomía y de la Revolución Francesa. Escuchar está infravalorado. Si los que no escuchan supieran lo que se pierden, mare santa...
ResponderEliminarBesos de cena
Soy partidaria del diálogo
ResponderEliminaren cualquier situación,
los silencios provocan malentendidos.
Escuchemos las voces del silencio...
ResponderEliminarUn beso Lola
Depende de lo que se diga: aquellas personas que no se controlan y luego piden que no se tenga en cuenta lo dicho, dañan la relación. Es bueno hablar, pero es mejor el control de lo que se dice.
ResponderEliminarBesos.
Larisa, no saben lo que se pierden, cientos y cientos de historias y anecdotas. Si esta practica estuviera más desarrollada, otro gallo nos cantaría, en todos los campos de nuestra vida. Un beso
ResponderEliminarAsí es M Teresa, desde el respeto y sabiendo medir las palabras.
Escuchemoslas. Un beso Humilladero
Pedro "empatía" es la mágia que hace que las palabras salgan de nuestra boca bien dirigidas. Porque para hablar ofendiendo y haciendo daño, mejor hacer lo que la niña bonita, que no hablaba y alguien le pregunto ¿niña porque no hablas? y su contestación fue ¡¡pa que, pa cagarla!! Besos