Día del libro

Día del libro

ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA. VERÁS EL RESULTADO...

ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA.                       VERÁS EL RESULTADO...

domingo, 29 de enero de 2012

¿LEYENDA O REALIDAD?



Me contaron de ti, aunque no sé si es leyenda o realidad, que dejaste pasar de largo la vida, que un día se te apagaron los ojos y nunca más se volvieron a encender. Que castigada por la existencia y la sinrazón, de un momento a otro le devolviste tu último aliento y decidiste seguir sin ella, despidiéndote y dándole las gracias como a cualquier desconocida.
Que pasaron unos meses y alguien presenció, cómo te convertiste en mariposa tras salir de la crisálida en la que te viste engullida, emprendiendo el vuelo y desapareciendo entre las neblinas.
Cual flor que habita y dejando de lado la eternidad te encomendaste a los vientos, sentías tu cuerpo elevándose entre colinas, valles y llanuras. Que conociste en esos instantes el verdadero significado de la palabra libertad, creciendo desde dentro y por fin entendiste en ese período, lo hermoso que puede resultar estar viva.
–No es tarde aun –susurró el mar en una tarde que te hallabas perdida– déjate caer entre las olas y ellas te llevarán de vuelta.
–Siempre fue tarde no tengo ninguna duda, ahora lo deduzco y tengo muy claro que no me importa no encontrarme, pero eso sí, quiero seguir viva.

martes, 24 de enero de 2012

DUELE VIVIR EN LA IGNORANCIA, DE PORQUE EL VIENTO PASA Y YA NI TE ROZA EN LA CARA...



Me gustaría poder decir, que tengo el alma rota en mil pedazos y que tropiezo una y otra vez por no ver más allá, de tanta nube gris que se cruza en el camino cerrando mi cielo a cada paso.

Me gustaría razonar, porque antes al cerrar mis ojos te veía y ahora no puedo ni imaginarte.

Me gustaría encontrar una explicación, de porque tu olor ha ido desapareciendo lentamente hasta llegar a ser casi inapreciable en mi piel.

Me gustaría entender la razón de perderme en la agonía de no saber porqué cada día te siento más y más lejos.

Me gustaría decirte, haciéndolo entendible, que el día me sabe a poco debido a que invierto mi tiempo en pasar apresuradamente por la ignorancia, al no entender como el agua dejó de mojar mi piel, aunque siga lloviendo.

Me gustaría hacerte saber, que las noches se hacen eternas entre preguntas que no tienen respuesta, porque ellas han arrasado aquellos castillos en el aire que juntos hicimos con arena.

Y quiero pedirle a la luna que me deje llegar a ella, de ese modo quizá desde lo alto deduzca lo acontecido, al igual y con su luz sea capaz de ver más claro el sentido de mis contiendas.

jueves, 19 de enero de 2012

Me gusta ser distinta a los modelos establecidos por la sociedad ¿y a ti?





¿HAY ALGO MAS ABURRIDO QUE SER UNA PRINCESA ROSA?


 Carlota era una princesa rosa; con su vestido rosa, su armario lleno de ropa rosa y una habitación con una cama, con unas sábanas y una almohada rosas. Pero Carlota estaba harta de rosa, y de ser una princesa. ¿Había algo más aburrido en el mundo que ser una princesa rosa? 

Las princesas son tan cursis que solo con un pequeño guisante escondido debajo de cien colchones pierden el sueño. Carlota, sin embargo, podía dormir como una marmota incluso sobre un elefante.
Una vez conoció a una princesa que se pasaba el día besando a los sapos del estanque para ver si alguno se convertía en el príncipe azul. Pero Carlota no quería un príncipe azul. 


¿Por qué no había princesas que surcaran los mares en busca de aventuras? ¿O princesas que rescataran a los príncipes de las garras de un lobo feroz? ¿O princesas astrónomas que pusieran nombre a todas las estrellas del universo? ¿O princesas cocineras que hicieran tartas de chocolate y galletas con mermelada? 


Carlota era una niña y soñaba con cazar dragones, buscar tesoros, amaestrar mariposas, desenredar enredos, fabricar aviones de papel, nadar a lomos de un delfín, perseguir palomas mensajeras y conocer los confines de la Tierra viajando en un gigantesco globo volador. 


Pero su madre era una reina rosa; con sus vestidos rosa, su armario lleno de ropa rosa, y una habitación con una cama, con unas sábanas y almohada rosas. Como tooooooodas las reinas.
Y su padre era un rey azul; con su traje azul, su trabajo azul y su vida azul. Como tooooodos los reyes. 


- ¿Por qué estás tan seria Carlota? -le preguntó su madre una mañana.


-Mamá, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr, brincar y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta….. 


-Hija mía –le dijo la reina-, las princesas son muy delicadas y no pueden salir de palacio porque se pondrían enfermas, no pueden correr y brincar porque estropearían sus bonitos vestidos de seda. Y no pueden vestir de verde ni de azul porque esos colores no les sientan bien. "Las princesas son como las rosas, flores frágiles cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento" 


-Pero mamá, yo no soy una flor. Soy una niña. 


La reina se quedó pensativa y luego respondió: 


-Pues es verdad. 


Entonces decidieron ir a hablar con el rey. 


-Papá –dijo Carlota-, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr, brincar y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta….. 


-Hija mía –le dijo el rey-, las princesas son como las rosas, flores muy frágiles cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento.


-Pero papá, yo no soy una flor. Soy una niña. 


El rey se quedó pensativo y luego respondió: 


-Pues es verdad. 


Entonces decidieron ir a hablar el hada madrina. 


-Hada –dijo Carlota-, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr, brincar y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta….. 


-Carlota –le dijo el hada-, las princesas son como las rosas, flores cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento. 


-Pero hada, yo no soy una flor. Soy una niña. 


El hada se quedó pensativo y luego respondió: 


-Pues es verdad. 


Así es que el rey llamó a todos sus consejeros y Carlota les habló: 


-Consejeros reales, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr, brincar y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta….. 


-Carlota –le dijeron los consejeros-, las princesas son como las rosas, flores frágiles cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento. 


-Pero yo no soy una flor. Soy una niña. 


- Ooooh! –dijeron los consejeros-, pues es verdad. 


Entonces decidieron convocar en palacio a todos los reyes, reinas, príncipes azules, hadas madrinas y consejeros del mundo y a todas las princesas, que unidas dijeron: 


-Nosotras no queremos ser princesas. Queremos viajar, jugar, correr y brincar y vestir de rojo, de verde o de violeta. Y no somos flores, ¡SOMOS NIÑAS! 


Nadie supo que responder, hasta que al fin habló la más anciana y sabia de todas las hadas madrinas allí reunidas. – Es verdad, las princesas no son flores y a partir de ahora mismo podrán ser lo que quieran ser. 


Todos aplaudieron, excepto un príncipe azul, que con el gesto muy serio preguntó: 


- ¿Y qué hacemos ahora los príncipes azules? 


La anciana se quedo pensativa antes de responder: -Vosotros podréis vestir de rosa. 


Así, una tras otra, las princesas dejaron de ser princesas y comenzaron a viajar, a jugar, a correr y brincar y, por supuesto, olvidaron sus vestidos rosas y se vistieron de rojo, de verde y de todos los demás colores del arco iris. 


Y ahora, dime: 


- ¿Por qué todas las niñas quieren ser princesas?....



Raquel Díaz Reguera

viernes, 13 de enero de 2012

Y que más dá si seguimos andando....



Me conformo con tan poco
que lo mucho me transporta

a ese mundo equivocado o acertado.

Y por fin grito…

Que narices¡¡¡¡

ahora a mi me toca.



No sabiendo calibrar,
soy capaz de dar en el blanco,

de lo incierto y lo deseado,
de esa vida que por fin está a mi lado.


Y dando palos de ciego,
sigo andando y andando,

entre tinieblas muy cerradas,

en las que poder perderme ,
en aquellas que me aportan,

con ello me basto.


No se donde llegaré
ni si mi destino será el deseado

solo puedo argumentar
que me divierto y eso

os puedo asegurar, que ya es algo…

viernes, 6 de enero de 2012

Un buen regalo de reyes



Siempre he pensado que no es mejor regalo el que más cuesta economicamente, si no aquel que sin esperarlo recibes con un valor incalculable por el detalle y el momento preciso.

Basamos nuestras vidas en esperar aquello que deseamos y cuando llega de forma inesperada, se convierte en caricia que te llega muy dentro para hacer soportable la espera.



Quiero gritar que te espero,

aunque he de confesar,

que hay días que me falta el aire,

porque me falta tu risa,

porque me falta tu sudor

entre las sabanas y mi piel.





Tengo que seguir

y a veces me falta el aliento

siento que no puedo,

pero lo que percibo me hace fuerte,

para escalar al pico más alto,

para encender un fuego con palos,

aunque estos estén mojados.


Para cruzar el rio con más caudal,

que a mi paso haya encontrado,

porque si me arrastra

tengo la seguridad,

de que tu mano me agarrara

fuerte, muy fuerte

para poder llegar al otro lado.


Para recorrer el camino más pedregoso,

atrapando entre mis manos la quimera,

que al llegar da otro paso,

alejándose de nuevo

sintiendo en mis adentros

que todo es posible,

que nada se escapa en el viento,

que todo vuelve,

cuando menos te lo esperas.



Que nadie dijo que lo bueno fuera fácil

y que el deseo que corre por mi piel,

da sentido a los días sin descanso.



Gracias quiero dar,

a los reyes o a los hados,

que le han ofrecido a mis ojos

este dulce regalo…