Día del libro

Día del libro

ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA. VERÁS EL RESULTADO...

ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA.                       VERÁS EL RESULTADO...

domingo, 27 de marzo de 2011

Sabes hacerme sentir mujer.....


Que tu amor me da la vida
Que te quiero, no puedo decir más
Que la ilusión está apostada a mi vera
Que las quimeras no lo son ya

Que mi camino es llano
Aunque montañas tenga que trepar
Que estás a mi lado ¡¡que cojones!!
Y eso no hay manera de poder valorar

Que me escuchas, algo importante
Que me haces reír, algo vital
Que mis pasos adelante me haces seguir
Y que me haces sentir especial

Lo poco o lo mucho
Lo sabes muy bien administrar
Te das por entero
Me vuelves loca, me haces vibrar

¿Tiemblas amor?
Sí, no lo puedo evitar
Tus manos me recorren
Mi grito sabe encontrar

Todo te gusta, condenada
¡¡que va a ser que no, cielo!!
Que las estrellas que contamos juntos
No están en el firmamento

¿te marchas?
Tengo que hacerlo
Te quedas
Te llevo muy dentro……….

Atrápame que subo al cielo
Bájame para subir de nuevo
Zaléame empezamos otra vez
Entra en mí, satisface mi deseo

Deseo  que no se agota
Que es un mar en calma, o un alocado mar bravío
Moviendo mi cuerpo, que es tuyo
Me elevas haciéndome sentir, que tiene fin el infinito

martes, 22 de marzo de 2011

PRIMAVERA

Los días pasaban, poco a poco la lluvia cesaba y el frio iba desapareciendo. El caudal del rio aumentaba por instantes, debido al calor ofrecido por el sol que fundía  el hielo formado durante el invierno. El canto de los pájaros plasmaban melodías anheladas, las flores pintaban cada rincón del campo con sus colores. Los retoños en los arboles anunciaban la primavera.
Sintió un estremecimiento que le recorrió todo el cuerpo, la primavera ya estaba a su lado, intentó sonreír pero su cara no se lo permitía, desde sus adentros se repetía una y otra vez………
-No me corresponde, lo siento muy dentro de mí ser, la verdad solo tiene un camino y a mí me toca retroceder.

Miro al frente y encontró un campo de hermosas flores moradas.
-Mi color -exclamó- me las llevo conmigo sin quitarles la vida, esa que arrebatan sin valorar que se muere…

sábado, 19 de marzo de 2011

En busca del horizonte arrebatado (continuación)


Esa mañana al abrir los ojos todo parecía distinto, no sabía porque, pero era la sensación que le embargaba por dentro. Al asomarse a la ventana del hostal, el sol creía que calentaba más, las nubes que la noche anterior amenazaban lluvia se habían evaporado y vio como la luna desaparecía por la lejanía a modo de despedida, instante en el que sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo.
Recogía sus pertenencias a la vez que pensaba en lo que aquella mañana le depararía, cada vez estaba más cerca de su destino, ya tenía en su bolsillo el billete de ida, solo de ida porque era lo que se había propuesto, siempre estaría a tiempo de sacar el de vuelta, porque no quería volver a cerrar nada en su vida. Por haberlo hecho una vez se encontraba tan perdido.
Atravesó la ciudad muy despacio, no tenía prisa, había tiempo suficiente para coger el tren. Pasó por una placita preciosa con flores de todos los colores imaginados, en medio de ésta una fuente y observó durante unos minutos como los pájaros se acercaban a beber.
Siguió andando y al torcer la calle le llamó la atención un letrero en el que se podía leer “tu casa” se fijó un poco más y percibió que era una cafetería. Como no tenía prisa, decidió entrar, le atendió una chica morena poco agraciada, pero con unos ojos en los que podía percibir el mar. Hasta entonces nunca antes había mirado tan profundamente a nadie,
-Buenos días -le dijo la camarera- ¿en qué le puedo atender?
- Un café cortado en taza, por favor.
Se lo tomó sin prisa, saboreando cada sorbito, lo había pedido en taza porque era tal y como a él le había gustado tomarlo siempre. Pagó con una sonrisa dibujada en su cara, por el placer que había sentido al volver a percibir ese sabor en su paladar y dando las gracias salió de nuevo a la calle para dirigirse a la estación.
Observaba detenidamente a las personas que en el andén se encontraban: una pareja que se despedían con un apasionado beso y que al separarse advirtió como los ojos de ellas brillaban de una forma especial, incluso que una lágrima se resbalaba por su cara. Unos niños corriendo y la  madre tras ellos para que pararan. Un chico joven con el macuto verde entre sus manos y cuya cara triste dejaba entrever que volvía al cuartel donde hacia el servicio militar. Dos señoras mayores que se repartían el equipaje, para que les resultara más cómodo poder acceder a las escaleras tan altas del vagón. Un señor de mediana edad, bien trajeado que con un maletín en la mano, no dejaba de hablar por el móvil…..
Pasaban demasiadas cosas por su cabeza con el ruido, las caras tan distintas unas de otras y el ir y venir de los viajeros.
-El tren con destino a…….. va a efectuar su salida por el andén segundo en cinco minutos -escuchó en voz de mujer por los altavoces.
-¿Dónde voy? -se preguntó- No es posible ¿Cómo he podido estar tan ciego, durante tanto tiempo? Lo que busco, lo tengo…  


Moraleja:
A nuestro alrededor, siempre encontraremos una razón que nos empuje a seguir dando Pasos Adelante, sin perder de vista ese horizonte que llevamos dentro.
¿Para que buscar lo que tenemos delante de nuestros ojos?
Si lo único que tenemos que hacer es: APRENDER A MIRAR.

Toda historia tiene su moraleja y esta no iba a ser menos.

domingo, 13 de marzo de 2011

En busca del horizonte arrebatado


Le costaba mucho esfuerzo caminar, pero seguía dando pasos adelante, los amaneceres ya no tenían el color de antaño, pero el empeño de llegar a su destino le aportaban una razón para continuar cada día a recuperar el horizonte arrebatado.
Cada mañana tras la misma pregunta - ¿quedará mucho todavía?- sacaba a pasear sus pensamientos para ventilarlos, dando tiempo para que el aire fresco, les aportara la belleza que los sinsabores de la vida le habían despojado.
 Su maleta vacía ya no pesaba, su cara desdibujada ya no se reflejaba, sus pies doloridos y cargados de no encontrar el camino adecuado, le obligaban a parar muy a menudo y en el alma cansada le abrumaba el deseo de encontrarlo a pesar del desencanto.
Mezclas de sufrimientos por los designios de la vida, arrancaba las espinas que se le iban clavando a lo largo de su tortuosa marcha.
Se dedicaba a adornar su mirada contemplando las escenas que el agua recreaba, aumentando su interés en las cascadas de distintos tamaños y formas creadas. Existencia nueva aportada a partir de aquella inyección de vida proporcionada por el calor a partir del final de un invierno que parecía no tener fin, al igual que el frío interno que sentía y que ya formaba parte de él al igual que su respiración
Intereses creados se empeñaron en hacerle retroceder en el trayecto recorrido, siendo empujado con brutalidad por el mar de la desidia y restándole la ilusión en un nuevo amanecer, para retomar el viaje……… (Continuará)

miércoles, 9 de marzo de 2011

El amor gitano


Arranca por soleás
con el alma rota en mil pedazos,
la gitana de sus amores
se marchó por la cuesta abajo.

Margaritas llevaba en su pelo,
el arte en sus andares,
iba en busca del gitano
que le quitaba los males.

Agarraba su guitarra
fuertemente contra el pecho,
 separandola cuando la voz quebrada
dejaba escuchar sus lamentos.

Las cuerdas eran acariciadas
por los dedos que anhelaban,
sentir en ellos en ese momento
la piel de su dulce amada.

Que te quiero y no lo sabes
pero nunca te lo diré,
no me pertenece tu cariño
son las cosas del querer”

Ole tu arte mi arma
que enamora mis sentíos,
galopan caballos en mi pecho
cuando agitas tu vestio.

 Tus ojos atraviesan,
me hacen enloquecer,
gitana de mis amores
Son las cosas del querer”

jueves, 3 de marzo de 2011

APRESADA DENTRO DEL SUEÑO



Apresada dentro del sueño, sin poder despertar
Daba palos a la fantasía para hacerla útil
Se encaminaba al laberinto abierto ante ella
Hacía sortilegios todo resultaba fútil  

Enredada y a traspiés
De esa tela de araña que la cerca
Ataviada hasta los pies
Con fuerte coraza que la proteja

Excluida en el abismo
No pases, le dijo al oído
No hay espacio idóneo
Mi hogar quedó destruido

Asustada y sin fuerzas
Corrió y corrió sin parar
Sus ojos no tenían color
La angustia nubló su mirar

Suéltame el alma, rogaba
Las lagrimas rodaban por su cara
Quiero vivir y me ahoga la pena
Estoy cansada de tantas palabras