Día del libro

Día del libro

ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA. VERÁS EL RESULTADO...

ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA.                       VERÁS EL RESULTADO...

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Pensamientos al aire.

 


Ya si es oficial, el otoño ha llegado para dar el color precioso a los ojos cerrados de tanta noticia esperpéntica. Seguimos enclaustrados en una existencia que suma y sigue o resta y nos hace la zancadilla. Ya nada volverá a ser lo mismo, no. Podremos seguir adelante, pero la realidad nos volverá a sorprender cada mañana cuando salgamos a la calle y sintamos que la sonrisa dobla la esquina para no toparse contigo. Hemos vuelto a caer, eso está manifestándose en cada rincón empapelado de malas noticias con titular catastrófico. Pero salimos de esta, aún cuando el tiempo no parezca estar diciéndonos lo mismo en sus mensajes. Vamos a ser conscientes de lo que tenemos y confiar en que al igual que vino, marchará sin decir adiós cualquier día de estos, manejando la despedida en sinrazón.

viernes, 18 de septiembre de 2020

Si un poeta entra en tu vida, estos versos son los que te acompañaran en camino...

 


Tus ojos tienen alma,
tienen paz, tienen mirada,
profunda, amada, sentida.
Tus ojos tienen melodía,
viven cada día,
me reclaman.
Tus ojos crean espacios infinitos,
seducen, abducen.
Tus ojos pertrechan mi vida,
alivian las tristezas,
toman atardeceres,
engrandecen la amanecida.
Tus ojos son la voz,
son mi esperanza acaecida.





jueves, 17 de septiembre de 2020

Querido mar...



Querido mar, el amor se me ahogó delicadamente en la bañera de los falsos sueños y hoy tras la pesadilla que amordaza mis sentidos, vengo a consolarme con tus oídos prestos al desatino.

Verás, a veces la vida, sin pedir permiso, arranca del calendario unas cuantas hojas sin pensar en las premisas de tus pasos. Te planta en un lindo jardín para que pase desapercibida tu belleza, extrínseca y oculta y mira para otro lado como si nada hubiera pasado. 

Andamos el camino entontecidos, nos abrigamos al calor de lo más cercano y evitamos sentir el dolor que se nos viene como un chaparrón de nostalgia que no avisa, ya que el que avisa no es traidor y te apuñala la esperanza desprevenida que acababa de salir de la cama para darte los buenos días. 

Ante ti, amado mar, respiro hondo en la quietud del abandono mutilado. Mis lágrimas, sin previo aviso, ruedan hasta mi pecho mutilado y el corazón latiendo despacio se hace acopio de mi llanto. El amor frente al mar, es más salado, pero la sal escuece mi herida abierta de tanta vida perdida en el camino de la ignorancia, a la cara escupida. 

He podido comprobar a corazón abierto que el verdadero amor, quedó en la imaginación del poeta, que escribe el verso perfecto en puesta de sol ante un mar cualquiera. 

Aquí me hallo impertérrita, sin voz ni latido que muestre existencia en mis sentidos. 

En el aire tengo al amor suspendido, hoy, el duelo esta servido entre las cenizas de un ave fénix que no retomó el vuelo, porque la incredulidad le arrancó las alas al destino. 

La marea alta, mordía la playa de los sentidos, el calor, se transformó en gélido frío, y todo ello con el único fin de no dejarnos sentimientos vivos.


miércoles, 16 de septiembre de 2020

Musa confinada

Musa confinada

Vámonos,
no lo pienses más,
vámonos,
que es la cuenta atrás,
vámonos,
vámonos por ahí...
Vámonos,
viajemos hacia adentro,
vámonos,
crucemos el espejo,
vámonos,
a través de los ojos
a buscar el tesoro
oculto tras el universo.


Luis Eduardo Aute

(Extracto canción “Vámonos por ahí”)

Al alba le diré cuanto te amo.

Subiré el volumen al cd de Aute

y haré de tripas corazón

ante un verso suelto.

De alguna manera, tendré que olvidarte.

Saldré a la calle cuanto todo acabe

y me bañaré de vida entre lavandas y azahares.

A lo largo del día,

dedicaré dos o tres segundos de ternura

a la belleza de tu mirada,

hoy, entre cuatro paredes oculta.

En este justo instante

vivo en feo mundo inmundo

que traga las musas

dando forma a mi primavera

en los ojos del niño que miraba el mar,

desde su ventana azul con ganas de volar.

De alguna manera, tendré que olvidarte.

Tras un nuevo amanecer

más de lo mismo acaece.

Día de la marmota 

que se rebobina una y otra vez.

De alguna manera, tendré que olvidarte.

La noticia de nuevo

le hizo la zancadilla a la locura que todo lo cura

y yo, cansada tomé la decisión 

de girar la rueda hacía el mutismo.

Silenciando aquello que hace daño: 

por las mentiras vertidas, 

por el miedo al miedo, 

porque hacen sentir vértigo, 

porque intentan atrapar en sus telas de araña, 

porque hacen de la tragedia ganancia, 

porque abofetean los sueños 

y tiran por el suelo las ilusiones, 

porque desesperan, 

porque nos falta el aire y 

porque restan vida a la esperanza de seguir adelante.

Mira a mis ojos, respira y pasa página yo, te regalo mi sonrisa.

Hoy no me es posible hacerlo con  alegría,

ya que ella, 

tras el confinamiento 

quedó hibernando,

hasta quien sabe cuándo. 

Lola Fontecha