EL DULCE SABOR DEL CAVA

Paseaba un día con su soledad, aprovechando el calor que desprendía el sol en el azul del cielo y solo llevaba sus pensamientos por equipaje.

El dulce cantar de los pájaros la embriagaba, en ese momento llevaba como propuesta no dejar pasar desapercibido nada de lo que pasara a su alrededor, las flores del parque con sus colores, los arboles que parecían saludarla a su paso, los niños jugando y riendo, un perro corriendo buscando la piedra que le habían lanzado, una pareja de enamorados que besaban sus labios con pasión, un señor leyendo un libro, una mujer echada en el césped absorbiendo el sol.

Andaba y andaba con su mente volando hacia su enamorado recordó aquel día que él le propuso mezclar su pasión con cava, llevaban tanto tiempo sin sentirse cerca que les ilusionaba el reencuentro.

Él llamo a la puerta y el corazón de ella latía cada vez más fuerte conforme iba acercándose para abrirle, al verse tan cerca, sus labios se unieron en un dulce beso no dejando de abrazarse ni por un solo momento.

Subieron a su rincón de amor y descorcharon la botella, ya en las copas el vino espumoso que mostraba pequeñas burbujas al caer, brindaron por su amor. Con el cava todavía en sus bocas se unieron para compartirlo, sintiendo el placer más intenso vivido hasta el momento al percibir el sabor de ese beso.

Se desnudaron, con la mirada primero, quitándose la ropa después para acercarse el uno al otro no dejando de mirarse a los ojos en ningún momento, sentían tanto amor el uno por el otro que necesitaban notar sus cuerpos fundirse en uno.

Cual Romeo y Julieta bebían de ese líquido amarillo para inmortalizar aquel momento en el que su deseo iba a ser firmado haciendo el amor, rodeados de velas que solo dejaban ver la silueta del ser amado, incienso que les envolvía transmitiéndoles los olores más intensos, sus labios se buscaban para besarse una y otra vez, sintiendo sus cuerpos, percibiendo el deseo aumentar como el caudal de un río con una intensa lluvia.

- Buenos días –creyó escuchar en un momento volviendo a la realidad.

- Buenos días contestó -era él y se acercó para besarla.

- ¿Te pasa algo cari?

- No me pasa nada solo que no puede ser mi amor -le dijo ella–. En este momento recordaba cómo nos unimos aquella tarde en mi casa cielo, y de pronto apareces, esto es magia vida mía, algo nos une y nos separa, solo para hacernos ver que el deseo que sentimos nos mantendrá unidos todos los días de nuestras vidas.

Te quiero…