Día del libro

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ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA. VERÁS EL RESULTADO...

ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA.                       VERÁS EL RESULTADO...

miércoles, 7 de abril de 2010

UN POQUITO MÁS DE MI, DEDICADO A ESA MUJER QUE SUPO SER SIN SERLO

Espero que entendáis el titulo de la entrada conforme os adentréis en la historia del principio de mi vida. Es un poco larga y es por lo que la pondré en un par de veces, dando tiempo a saborearla,  merece la pena leerla porque a mí os puedo asegurar, me resultó gratificante recordarla mientras la escribía.




LA HISTORIA DE MARÍA


Se llamaba María, la tenía cerca de toda la vida, era aquella vecina en la que siempre podía encontrar un gesto amable. Siempre me había preguntado el porqué de la tristeza, en aquellos dulces y profundos ojos azules en los que si mirabas podías ver la inmensidad del mar.

Me acompañó en los momentos de soledad que sentí tan pequeña al no tener el calor de mi madre, por la enfermedad que la acompañaba casi desde que tenía uso de razón. Era una mujer inteligente que caminaba siempre adelante y que no permitía dar un paso atrás, como dice una famosa frase “ni siquiera para tomar impulso”. Ayudaba a todos los que la rodeaban sin esperar nada a cambio, su casa siempre estaba llena de personas que buscaban quizá charlar con ella o incluso como he podido analizar con el paso del tiempo buscaban a alguien que realmente les escuchara, porque estamos rodeados de gente pero -¿Hay alguien que realmente nos escuche?-. Ella siempre tenía una palabra adecuada a la situación de quien se acercaba a ella, también una sonrisa que sin embargo no se reflejaba en su mirada.

Su casa estaba rodeada por un jardín que contenía una variedad de plantas, que aunque María, un día se entretuvo en decirme los nombres, eran tantas que sería incapaz de recordarlas todas, geranios, pensamientos, azucenas, claveles, rosas. Había dos árboles que para ella eran muy importantes por una razón que descubrí tiempo después, un pequeño lago artificial en el que los peces daban vida a aquel espacio, con sus saltos y variados colores. Un solarium en el que María pasaba las horas, como para recargarse de la fuente de energía que suponía el sol cada vez que las nubes se lo permitían.
María vivía sola en aquel lugar que para mí, era demasiado grande para una persona sola, sin embargo ella tenía su razón aunque no la dijera.
Si me hacía daño ella siempre estaba ahí para curar mi herida, física o la de mi corazón, sus manos eran cálidas al tacto, desprendían tanto amor que el solo hecho de acariciar mi cara para quitar las lágrimas que de mis ojos salían, me llenaba el alma.
Un buen día que me invito a su casa a tomar un café, yo con veinte años, ella sesenta y cinco. Me atreví a preguntarle qué era lo que no le permitía ser feliz completamente.

-          María, después de tantos años juntas ¿puedes decirme que te apena? -le pregunté.
-          Nada mi niña ¿Por qué? –fue su evasiva respuesta.
-          Mira -le dije-, para mi eres como una madre, siempre lo he sentido así y desde que te conozco no he visto ni un solo día la felicidad en tus ojos, aunque sé que vives de ella al guiarnos para que la consigamos todos y cada uno de los que nos hemos acercado a ti.
-          Mira Luz, cada día que paso enseñando, ayudando a andar a quien se le olvidó, a curar una herida, a poner el hombro a quien lo necesita, me da todo lo que requiero para sentirme bien.
-          María todo lo que hiciste por mi a lo largo de los años me hace sentir en deuda contigo y creo que tengo edad para poder hacer el esfuerzo de intentar que tu mirada refleje la felicidad que has creado en mi con tu dedicación.
Se le llenaron los ojos de lágrimas y me miró con ternura preguntándome:
- ¿Realmente quieres saber lo que guardo dentro?
- Sí -contesté.

7 comentarios:

  1. Lola, me emociona ver y a la vez que me hagas sentir cerca a esta persona.
    Es de las de antes, de las que son dulzura y generosidad.
    Pero el gesto tuyo de una gratitud y reconocimiento a esa persona,de hacernos ver que existe y que significa mucho en la vida, dice mucho y bueno de ti.
    A veces nos olvidamos de ellas, y tu no lo haces.
    Un beso enorme.

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  2. Gracias nina, en dos o tres días pondré la segunda parte, espero que acabe gustandote igual que ha empezado. Un besito

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  3. Lola...no nos dejes asi, acabala pronto, personas como ella...y como tu, pues eres una prolongacion suya, tendrian que escribir o describir con esa delicadeza una historia maravillosa cada dia, como tú, lo estas haciendo en este blog.BESOTES

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  4. Siempre he creído que al saborear lo bueno despacio se disfruta más y mi intención ha sido esa desde que cree este espacio, solo que llevaba un ritmo demasiado acelerado. Un beso Jose

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  5. Quedo en espera de saber el secreto.

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  6. MADRE NO PUEDES DEJARNOS ASI..ME HE QUEDADO INTRIGADÍSIMA DE LO QUE PASARA, GRACIAS POR TODO LO QUE HACES, LO DE ESCRIBIR ERES UNICA Y AUTENTICA, PERO COMO MADRE NO HAY QUIEN TE PUEDA SUPERAR NUNCA, ESTOY MUY ORGULLOSA DE SER TU HIJA!!!LA PAZ Y FELICIDAD QUE TRASMITES A LA GENTE NO TE LO PUEDES NI IMAGINAR. UN BESAZO ENORME WAPAAA... TE QUIERO!!!Y VAMOS SIGUE, SIGUE...JEJE..

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  7. ESQUE NO SE COMO PONER MI NOMBRE POR AKI POR ESO A SALIDO ANONIMO,JEJE.. RUTH

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