Soñé que soñaba un sueño soñado, y desperté en realidad que atempera sentidos, asustada al verlo realizado.
La ducha estaba encendida, preparada, a punto para ser disfrutada y soñé que soñaba un sueño cumplido. El vaso medio lleno, el resto por ti había sido bebido y una mano amiga que abría de nuevo el grifo para llenarlo.
Vislumbraba a lo lejos, un camino de piedras lisas, por el que andar sin peligro y soñé con zancadillas que driblaban el destino. Y me cansé tanto que seguí en cama ensoñada, soñando sueños dormidos.
Cosas de Lola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario