Aprendí a saltar, para no volver a caer en la oquedad de la desidia y volví a visitarte para recuperar el silencio inoportuno. Me abracé a mi hijo para sentir que la vida sigue y que tu existencia no debe ser tragada por la oscuridad de la incomprensión.
Hoy, seguimos andando por la fuerza que nos infunde tu ejemplo de vida, en ideología marcada por tiro certero que te apagó la voz, en mudas tapias de cualquier cementerio. Lo hacemos en forma de "Memoria histórica", y en respeto a tantas vidas apeadas en las cunetas olvidadas.
Hoy, seguimos andando por la fuerza que nos infunde tu ejemplo de vida, en ideología marcada por tiro certero que te apagó la voz, en mudas tapias de cualquier cementerio. Lo hacemos en forma de "Memoria histórica", y en respeto a tantas vidas apeadas en las cunetas olvidadas.
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