Los gritos al silencio,
fueron arañando vida en el papel pintado del
comienzo.
Una mañana de primavera,
tus ojos emprendían a esta humilde inexperta en
el arte de enamorar,
colisionando al final del camino contra la pared
de tu inopia.
Cuando sonreía, me borrabas la sonrisa.
Si caminaba, ponías gomas a mis tacones para que
mi presencia no se notara.
Si hablaba, hacías ruido para que no me
escucharan.
Me dejé capitanear cual barco sin timón.
Acepté el guión impuesto por un mal director.
Transité por camino marcado sin ver las piedras
que colocabas a mi paso
haciéndome caer una y otra vez.
Sobrellevé estar a tu lado sin paleta de color
que proyectar en el lienzo,
sin música,
sin poesía,
sin quimeras que llevarme a la boca
ni utopía que alzar en vuelo.
Sabes que intentaste hacerme invisible,
y tengo que decir, que casi lo consigues.
Disculpa amor, no supe hacerlo.
Un día de otoño me faltaron las fuerzas para continuar a tu lado,
y en vez de salir corriendo,
fingí ser árbol de hoja caduca para que pasaras de largo…
que bonito y tambien sensible ante lo escrito, pueden intentar trastocarnos el tiempo hace un balsamo para aquellas pruebas que la vida nos hace pasar sea las que sea no hay que perder tu identidad hay que hacerse notar feliz dia saluditoss
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