Reinventemos a diario
el principio activo del amor
desde el laboratorio de los sentidos siempre.
Miremos a ambos lados del precipicio
antes de dejarnos caer,
al igual una gaviota pasa y nos pega la topada…
Pero no te preocupes,
no es contigo la historia
mira a otro lado, finge, disimula.
Este poema ha sido creado para quien me escucha,
está basado en las líneas inseguras de un
amanecer,
él no quiso marchar y echó raíces en el hormigón
del infortunio,
a mi lado, conmigo…
Cada día. El amor hay que cuidarlo cada día. Es una planta muy delicada.
ResponderEliminarBesos.
Así es Pedro. Un beso
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