Con sus manos había labrado pequeños animales, imágenes de mujer perfectamente diseñadas hasta el más mínimo detalle y muebles que eran exhibidos como verdaderas obras de arte.
Con los años sus manos dejaron de responderle, la artrosis se apoderó de ellas, pero tanto era lo que necesitaba seguir creando, que buscó al mejor especialista para intentar dominar el desgaste de sus envejecidos huesos.
Tras un intenso tratamiento solo consiguió que le pusieran un aparatoso mecanismo que le hicieron a su medida.
Una tarde tomó entre sus manos un tocón de castaño, que su amigo Juan le trajo cuando supo de la tristeza en que estaba sumido, al no poder seguir tallando la madera; sabía que trabajar con sus manos era su vida.
- Buenas tardes amigo Jorge, - le dijo al llegar- ¿te enteraste que Adela mi mujer, falleció hace un mes?- No, no lo sabía, pero ¿Por qué nadie me aviso? Hubiera querido darle mi último adiós, nunca podrás perdonarme Juan, no he sabido ser un amigo al estar tan preocupado por mí mismo y no ver lo que estabas pasando.
- No pienses eso por favor, -le dijo Juan con los ojos llenos de lágrimas- Precisamente por ser mi amigo, no quise aumentar tu pena, al decirte que Adela nos abandonaba.
- ¿Qué puedo hacer por ti amigo mío? ¿Cómo podré subsanar mi error al no haber sabido estar a tu lado en un momento tan duro?
- Es fácil Jorge, para eso te he traído esta madera, que recuperé tras el último incendio que ayudé a sofocar en el pueblo. ¿sabes qué? Entré en la brigada de incendios de voluntario el día después de marcharse Adela. Siempre actuaba en medio del fuego, entre las llamas más altas, porque no me importaba que en uno de esos incendios pudiera morir, si eso me llevaba a su lado. Poco importaba mi vida si no estaba esperándome en casa al llegar, si sus ojos no eran lo primero que veía al despertar, ella lo hacía primero cada mañana y se quedaba mirándome hasta que yo despertaba. Ella siempre estaba pendiente de mi, cuando me sentía enfermo, tenía al llegar del trabajo un vasito de caldo que se disponía a preparar en cuanto me daba el beso de despedida, aún antes de irse a trabajar; argumentando que era para que reposara y estuviera a punto para mí.
- Pero esa no es la solución Juan.
- Lo sé y ella me lo hizo ver. El martes pasado, en medio del peor incendio de este verano, la vi junto a un castaño que estaba envuelto en llamas. Me pidió por favor que lo apagara y que dejara de arriesgar mi vida dándome un beso a modo de despedida. Lo apagué pero solo pude salvar este trozo y así es como me puedes ayudar, si quieres, porque sé que poder puedes.
- Dime como puedo hacerlo, por favor.
- Devuélvemela Jorge.
- Pero Juan, eso es imposible.
- En tus manos no hay nada imposible, piénsalo, solo debes ponerlas en este trozo de madera y pensar en ella.
... y al posar sus manos y el corazón... talló el amor.
ResponderEliminarPrecioso!!
Un placer volver a leerte.
Saludos cordiales
Has bordado la entrada, muchas gracias....Para mi es un placer tenerte por aqui. Saludos
ResponderEliminarSi es cierto, es una bella historia de amor y de recuerdo, de mantener presente y vivo la imagen de su amada Adela, que nunca llegó a desaparecer puesto que la veía en cada árbol incendiado, en cada matorral prendido... me gustó mucho, de veras Lola. Tocas varios temas de mucho interés: la vejez, a la que inoxorablemente todos (por fortuna) llegaremos o deseamos llegar, con la pérdida por el camino de los seres más queridos y apreciados y los incendios de los bosques, campos y superficies naturales, otra muerte sin anunciar.
ResponderEliminarsaludos.
Muchas gracias lemaki, comentarios de este tipo le dan más fuerza al echo de haber construido este espacio e ir alimentandolo cada día con lo que sale de mi. Un besito
ResponderEliminarMuy hermoso, sin más.
ResponderEliminarSaludos.
Es cierto: a veces sólo hay que oír la madera para ello.
ResponderEliminarBesos.
Hola Lola, como me ha gustado esa fotografia tallando la madera,y la histori muy bella...buena entrada amiga...un abrazo y gracias siempre...buena semana.
ResponderEliminarGracias Rubo "sin más" ¿que mas podía pedir? Saludos
ResponderEliminarPedro cerrar los ojos y dejar que hable.... el papel, el barro, la piedra, la madera.... Todo sale de dentro de cada material que tenemos entre las manos, la inspiración de nosotros. Besos
Gracias a ti por leerla y aportar tu comentario. Un abrazo y buena semana para ti también.
Muy lindo Lola!! Todo lo que se hace con amor, refleja amor.
ResponderEliminarBesosss
Tu si que eres linda. Un besazo
ResponderEliminarUna historia muy linda, de verdad.
ResponderEliminarGracias Gallego Rey.
ResponderEliminarme ha gustado y no tanto emocionado, dirás por qué, es que es como si la hubiese leído aquí anteriormente.
ResponderEliminarPues te prometo haberla escrito el sabado cenando en la Sierra de Andujar, me preparé una escapada hacia alli y de esa forma salir del mundanal ruido de la feria. Un besazo... He vuelto nueva.
ResponderEliminarDemasiadas cosas se hacen en el nombre del amor, demasiadas hacen que desaparezca su verdadero significado, pero cuando relatos como este, con detalles tan pequeños como inmensos a la vez, construyen el autentico sentido de la palabra es para quitarse el sombrero y aplaudir...
ResponderEliminarabrazzzusss
Gracias, gracias, gracias, gracias.... No soy capaz de decir nada más después de leer tu comentario Onubius.
ResponderEliminarEmotivo relato Lola, me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Marian. Un beso
ResponderEliminarVengo rebotado desde Onubios...
ResponderEliminary como lectura matutina me ha parecido de mucho valor humano.
El arte es amor.
Si sueñas haz algo.
Hay quien dice que zoñar es ausencia,
pero yo creo que es justamente lo contrario...
es la mejor forma de traer presencia.
Saludos.
Estoy contigo "Soñar es la mejor forma de traer presencia". Saludos y gracias por tu visita...
ResponderEliminarSe me han puesto los pelos como escarpias. Es terriblemente emocionante lo que has escrito. Es tan humano, hay tanto amor en él, que realmente me has impresionado.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte, Lola
Mercedes siempre me ha gustado escribir, solo llevo un año dedicandome en serio por sacar de mi a cada momento todo lo que llevaba guardado y no era capaz de transmitir. Gracias preciosa, comentarios de este tipo me animan a seguir dando esos "pasos adelante" de los que hace gala este espacio y con vosotros veo que puedo y debo seguir.
ResponderEliminarEstremecedora entrada,me quedo con esta perla,
ResponderEliminar"" Poco importaba mi vida si no estaba esperándome en casa al llegar, si sus ojos no eran lo primero que veía al despertar, ella lo hacía primero cada mañana y se quedaba mirándome hasta que yo despertaba""
Buenas noches y besabrazos
Es la parte más hermosa, la que más aporta al relato. Besabrazos. Buenas noches
ResponderEliminarNotable
ResponderEliminarGracias
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