El sol salía radiante en aquel pueblecito perdido entre las montañas, los colores de las flores se mezclaban entre ellos para formar un arcoíris maravilloso, los pájaros cantaban al unísono moviendo sus alitas dispuestos a empezar un nuevo día, pero al otro lado del rio algo sobrenatural estaba sucediendo.
-Buenos días -le dijo el sueño a la ilusión- ¿Dónde vamos a ir hoy?
-¿A visitar a Elena y Matías?
-Mejor que no- contestó sueño- les abandonaste hace tiempo al no poder tener hijos y ya han pasado diez años.
-¿Nos damos una vuelta por casa de Inés? -preguntó ilusión.
-Mejor que no, ella me abandonó a mí, cerrándose en un mundo gris en el que los colores no tienen cabida.
-¿Entonces qué propones? Porque el resto de los habitantes de este pueblo nos atesoran como algo suyo y aquí tenemos poco trabajo que hacer.
Sueño delante de su taza de café, medito durante un largo rato y confirmó con seguridad.
-Hacemos las maletas y nos trasladamos a Jaén donde si tenemos mucho trabajo que hacer.
-¿Cómo vamos a ir hasta allí?
-Propongo que cojamos el tren que pasajero sin destino ocupó hace tiempo, aún sin dar señales de vida y empezamos de nuevo. ¿Te atrae la idea?
-Sí y sobre todo ahora que he leído que las obras del tranvía están a punto de terminar, seguro nos encontramos con la musa de la gabardina en él. Aprovechamos y le damos un achuchoncito para que llegue hasta el incansable observador que la pierde y la recupera por la subida a Bernabé Soriano.
Se cogieron de la mano y marcharon a la estación del tren. Se acomodaron en los asientos, porque el viaje iba a ser largo, a las diez de la noche llegarían a su destino.
De pronto vieron a pasajero sin destino pasar junto a ellos, iba a fumarse un cigarrillo a escondidas del revisor y sueño se levantó a saludarle.
-¿Que es de tu viaje?, no hemos vuelto a saber de ti- le dijo-
Continuará.... ¿o no?
que cuento más bonito, pero creo que no termina ahí, creo que sigue, el final es otro un poco más allá.
ResponderEliminarCapitán Calamardo.
Crees bien Capitan Calamardo.
ResponderEliminarespero que ese viaje termine bien
ResponderEliminarBien o mal depende de los protagonistas, lo que si puedo asegurar es que continuará. Gracias por vuestros comentarios a los tres.
ResponderEliminarEso de que la ilusión no tenga donde viajar, es mal asunto...
ResponderEliminarComo que no si se va para Jaén......
ResponderEliminarA eso le llaman ilusion, a la esperanza de que algo suceda...
ResponderEliminarLa fuerza interior alimenta la ilusión que nos ayuda a continuar teniendo esperanza en que algo suceda. Incluidas historias que de forma accidental comienzan y no queremos que terminen ¿verdad Jose?
ResponderEliminarVerdad Lola, verdad, un abrazo muy fuerte para ti.
ResponderEliminarYo admito que me he perdido.
ResponderEliminarAqui pasajero sin destino¿qué pinta?.La ilusión siempre nos alimenta es cierto, pero sigo diciendo que estoy perdida.
Buenos días Lola, y a los demás también.
Besitos.
Buenos días Nina, me alegra verte por aquí, ya te echaba de menos. Pues pasajero sin destino pinta lo que la musa de la gabardina. Fíjate en el contenido de la pequeña historia y lo entenderás. Un beso preciosa
ResponderEliminarIlusión, destino.
ResponderEliminarLeo Lola, pero voy a esperas al final.
Yo también te he echado de menos.
Besos.
A mi me gustan los finales felices, que para joia ya esta la realidad.
ResponderEliminarNo hay destino, la ilusion puede con todo.