Acaban los telediarios y nada dijeron de tu marcha. Los periódicos terminan su impresión en la rotativa y no eres noticia. Ell@s confiaron en tu promesa al decir que volverían las oscuras golondrinas y ellas se quedaron en las conciencias, que miran a otro lado, cuando tu muerte es anunciada en las playas que recuperan cuerpos inertes. No hay esquelas en las que leer tu nombre, ni lápida que lo contenga.
Pronto serás un número más que llevar a la maldita estadística de un mar que destila muerte, vomita plástico y traga vidas.
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