Te miro y entiendo.
Te respiro y vivo.
Soy capaz de alzar el vuelo
y amo el silencio.
Recapacito
y pienso.
Eterna en el tiempo
marco el paso.
Ya llegas, alegando paisajes de bienvenida.
Traes golondrinas en las manos,
para que aniden en casa.
Acaricias la sombra en sortilegio
y me miras.
Retrotraes el tiempo
y le sonries al reloj.
Yo,
lavo mi cara en tu sonrisa
y esbozo un te quiero sin palabras hechas.
Acumulo calor
llenando mis alforjas con tus besos.
Y vivo,
y muero.
Caminando entre las rosas creadas para mi.
Suspiro
y presiento el buenos días
que de nuevo me recrea hacia ti.
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