El reloj suena mas despacio que de costumbre, en el alféizar de mi ventana el ruiseñor revela que es lunes de nuevo. Pongo sin ganas los pies en el suelo, me ducho y preparo la cafetera. Mientras la coloco en el fuego, vuelvo a tropezar en los quehaceres diarios, y caigo de bruces contra el suelo sin apenas darme cuenta… Al mirar de nuevo el reloj, siento tristeza e impotencia por haber pasado tantas horas en el frío del piso y no saber que hacer para levantarme.
El pensamiento ha sido causa efecto de nuevo y tu remembranza
me ha empujado al abismo del tiempo, que pasó de largo y no se supo más de él.
En el término urbano de las despedidas, dí con las
palabras perdidas, las ahormé suavemente para darle la forma apropiada de texto
entendible. Hoy el calor se adueñó de mi cuerpo, hostigada y apenada, aun repaso
aquel verano en el que la vida nos dio la mano.
Entonces todo se hace cada vez más complicado: un nudo
en la garganta que casi no me deja respirar, lágrimas amenazando con salir, y
al percibir que la sien vuelve a golpearme los recuerdos…, duele.
¡¡¡ME GUSTAAAAAA!!!
ResponderEliminarGracias, mi vida. Te quiero
ResponderEliminarMuy bueno, interesante y ha golpeado mi alma...
ResponderEliminarMe gusta que "te guste". Mil gracias siempre
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