La libélula emprendió su vuelo,
nos dijo muy bajito que ahora le tocaba a ella, el vértigo se apoderó del
instante y desde entonces no quiere tocar el suelo.
Tomó el tren de las palabras, le
dijo al maquinista que el cielo era su destino y sus manos se hicieron eco del
sueño labrando en las nubes el camino.
Tardó en llegar, los miedos se
asignaron el poder y las palabras quedaban escritas en la cárcel del papel.
Las cuerdas de la realidad
desaparecieron un día de cielo claro, y cual libélula entre aguas de libertad,
comenzó a deleitar al mundo con su poesía, poesía que se transforma en música
para los oídos de quien presto se detiene a escucharla.
Rocío, nos sorprende de vez en
cuando, perdiéndose en el horizonte próximo, desaparece y solo deja una estela
que muestra que está presente…
Hibernando
Ahora,
el silencio me ahoga
la palabra
mientras la tarde
incendia los vergeles
con bandadas de colores,
es este febril marzo
que entona un horizonte
con arpegios de flores
incandescentes.
Su voz, delicada y dulce, reaparece
y vitaliza el entorno. Llena de colores la estancia y hace primavera por arte
de biri birloque.
Precepto
Nada
que me cierre los labios
y los cosa de
silencio.
Nada que me obligue a
esconder
mis alas rotas.
Nada
que derroche mi mesura
y me impida alzar el
vuelo.
Nada.
Porque no hay nada que impida a
esta Jienense de mar de olivos a decir y mostrar aquello que siente en sus
adentros, ella que macera sus letras en oro líquido, destila belleza en su
poesía y nos lleva en volandas a otro mundo, ese mundo que el poeta hace
posible con sus escritos.
Su mirada limpia como el agua
clara, nos cala dentro cuando nos habla. Ella, enlaza sonrisa en gesto amable y
tiene la capacidad de endulzar el café de los días grises, cuando la vida te
atrapa en la tristeza que aplasta.
Hoy Rocío, nos toca el alma con
su poesía, nos acaricia el gesto con el amor que desprende y vuela cual
libélula entre nosotros para mostrarnos su vértigo por los versos, su seguridad
y entereza ante la existencia que le ha tocado en suerte.
Quererte es fácil, cuando nos
miras con esos ojos apacibles que destilan naturalidad ante la vida…
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