Lamento haberme hecho eco del juicio mediático que se ha realizado estos días atrás, en el trato a la desgracia que sucedió en Tenerife, el fallecimiento de Aitana, una niña de 3 años.
La presunción de inocencia debe estar por encima de todo y yo he caído en la trampa de juzgar a una persona antes que los jueces, En este país, está demostrado que el morbo, vende más que la seriedad, vende más que el respeto por las personas. Está demostrado que en la prensa y en la televisión, aún cuando utilizan las palabras “presunto” o “presuntamente”, se pasa a culpabilizar y juzgar a cualquiera con la intención de conseguir un buen titular que atrape a más lectores o televidentes. Que irán como moscas a la mierda, de forma literal.
Estoy en contra del maltrato a los niñ@s pero también en contra de cualquier tipo de maltrato y a esta persona que se le había juzgado y condenado por parte de algunos medios de comunicación, se le ha realizado un daño irreparable, ha perdido a un ser querido y encima ha sido lapidado por los medios de comunicación, que solo han pretendido, tener más audiencia o vender algunos periódicos más.
Sé que no va a servir de mucho, pero si quiero exponer desde este espacio, que los medios que han juzgado a esta persona, deben pedirle disculpas que aunque no va a conseguir demasiado, si le reparará el daño que se ha realizado a su imagen.