El blanco y el negro se acomodan en nuestros corazones. La puerta se mantiene cerrada por miedo a ser contagiados de tu amarga existencia.
Hoy, los días pasan despacio y no me creo que algo cambie en tu actitud egoísta, ella forma parte de tu ADN y ello te hace volver a ser tu mism@ una y otra vez. Haces del tropiezo un logro para ti y aprovechas la debilidad para golpear fuerte allá donde más duele, la razón y el equilibrio emocional.
Me muerdes la piel, cual ave de carroña, cuando masticas y tragas sin pudor mis sueños de salir con la victoria en las alforjas. Me agotas, cuando tus palabras se dedican a aporrear mis pensamientos para empezar de nuevo con premisas de malas noticias.
Hoy, no te escucho más, borro tus misivas de aniquilación entre bambalinas y miro al sol para brindar con él, por un nuevo amanecer que nos acoge.
Mañana más y tú, te quedarás en el silencio del olvido, ese lugar del que nunca debías haber salido.
Siento que esa oscuridad es la que todos vivimos peor habra luz con cada nuevo amanecer. Excelente tu texto intenso!! Besos
ResponderEliminarMuchas gracias,seguimos adelante que no es poco. Un beso
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