Las perseidas se dan cita
y tus ojos contemplan el cielo.
Las persiguen,
las desean y yo...,
cansada de falsas promesas
y flores vestidas de disculpas,
ya nunca las compartiré contigo.
Hoy marcho sin mirar atras,
hoy, no acepto cambios
no aminoro la marcha
y vuelo en deseo
prendido a mis pestañas.
Ya nunca romperas mis alas,
ellas aprendieron a volar libres...
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