El dolor envejece más que el tiempo,
este dolor dolor que no se acaba,
y que te duele todo todo todo
sin dolerte en el cuerpo nada nada.
Gloria Fuertes
La
vejez,
llegará
en callada respuesta de vida,
sigilosamente
se acostará a mi lado
y
se hará la más distinguida de mis camaradas.
Cansará
mis piernas
y
pondrá lunetas a mi ojeada.
Le
hará la zancadilla al camino,
para
que mis pasos sean más lentos,
y
me dará pena por ello,
mas
no me pillará despistada
porque
los años se han ido acomodando en mi cuerpo.
Me
despertaré pronto en sueños,
justo
al alba,
entre
achaques de curtido sufrimiento
y
olor a naftalina que perdura en el tiempo.
Ella,
fiel compañera,
me
blanqueará el cabello en primavera,
dará
el justo calor al verano pasajero
y
pintará de otoños el color de mis ropas,
para
en un cerrar de ojos
mudar
mi nombre, a un lugar llamado invierno.
Lola Fontecha- Junio 2018
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