Grito angustiado,
desgarrador por lacra resultante,
secuelas que abren paso a viejas heridas.
Impotencia mal parida
en sufrimiento engendrado.
Llanto de niño ensordecedor,
liderando batalla entre nubes de algodón.
Imaginación apantallada
por lluvia pintada a sangre,
sin vistas al exterior...
Existencia apuntalada con golpes certeros
a dignidad agónica.
Renuncia al ser,
abandono potenciado desde el llanto...
Miseria,
dolor,
quebranto...
Pataleta empática
que aporrea la sien.
Incomprensión que adolece de entendimiento...
Puño preparado,
insulto en boca,
oídos acerados para no escuchar.
Piel maquillada,
espejo enmohecido
que tragó el reflejo de tu cara
y ya... no quieres ver regresar.
No,
gritemos basta...,
el mundo,
tú y yo.
Avancemos en mar
hacia nunca jamás.
Tus ojos merecen vida
y el sol cada día,
debe volver a brillar.
Que brille siempre: adelante. A pesar de todo. A pesar de todos.
ResponderEliminarBesos.