Día del libro
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miércoles, 5 de febrero de 2014
En el último aliento de vida
Me aproximo a tus ojos
y exhalo el último aliento de vida.
Entretengo los sentidos en letanía encumbrada
y de nuevo...,
me repongo para esbozar una sonrisa.
No quiero marchar
dejando impresa la tristeza ironizada,
no pretendo hacer camino sin ti
te llevo dentro, amor.
Los días cobraron sentido
al dormitar en tu almohada,
la naturaleza tomó forma en mi interior
al ser por ti deseada.
El crepúsculo se mantuvo tatuado a mi piel
y el amanecer se hizo eterno en tus palabras.
Ahora,
me faltan fuerzas,
pero me sobran ganas…,
ganas de seguir viviendo
de escribir una nueva realidad en tus páginas.
Crear paisajes nuevos
junto a ti, a tu lado,
dando forma con mis manos
en la arcilla de la eternidad
a las caricias dadas.
Marcho en un instante, mi vida,
aseverando que resurgiré de tu alma;
mi mejor refugio ha sido,
soñar envuelta entre tus sabanas…
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¡Qué bonito, cariño! ¡Envuelta en mis sábanas, dormitando en mi almohada! ¡Poeta del amor! ¡Tatúate en mi piel! ¡Desnúdate para amar! ¡Y te desnudaste, creando paisajes nuevos!
ResponderEliminarEl día que marche de esta vida, tendré la satisfacción de haber conocido el amor de tu mano. Gracias por ser y estar en mi vida. Te quiero
ResponderEliminarEntro silencioso en este regalo de intimidad. Besos.
ResponderEliminarUna intimidad envuelta de vida, aun cuando ésta nos abandone en triste despedida. Anudamos al cuerpo bien fuerte, la esperanza de haber sido con amor regados y con libertad recreada para gestar cada minuto compartido. Un besito, Pedro.
EliminarEl crepúsculo se mantuvo tatuado a mi piel
ResponderEliminary el amanecer se hizo eterno en tus pabras....
Hermosos, delicados versos.
Saludos desde El Bierzo
No desfallezcas en moldear el barro
ResponderEliminardel ser que somos en esta vida.
Somos el eslabón posterior de nuestros padres
y predecesores de nuestros hijos,
que juntos formamos la eternidad.
Que las ganas no te falten,
para seguir viviendo