Y contó hasta diez
en un arrebato de imaginación
y le salieron alas en los pies,
para llevar a cabo sueños y quimeras.
Sus palabras musicadas
la elevaban al cielo,
trotando entre nubes de algodón.
El amor la mimaba
con palabras versadas entre mares
de azul y verde compartido,
sin lemas impresos
ni estado que la trabe.
¿Y sabéis por qué?
¿Cuál fue la causa efecto,
el motivo,
razón o sinrazón que provocó sus males?
Las ilusiones
florecidas en sus ojos color miel
que la enamoraron,
dando luz a sus calles.
Si no la conocéis,
a día de hoy la distinguiréis,
porque va cantando por los valles,
hablando con gaviotas en el aire
y compartiendo sonrisas de niña,
sin importarle nada ni nadie.
Y si le llaman loca,
que la llamen
porque la felicidad le apretó fuerte
y eso es lo que importa.
Día a día lo susurra al viento
para que al infinito y más allá...,
con voz preñada de vida,
lo clame...
Dan ganas de iniciar la cuenta...
ResponderEliminarComencemos pues
EliminarPrecioso y romántico poema.
ResponderEliminarPrecioso poema Lola escribes de lujo, tus blogg me encantan,
ResponderEliminarfelicitaciones. Besitos.
Rosario Ayllón
Gracias guapa, nos vemos ya mismito uauuuu
EliminarПрекрасные слова!
ResponderEliminarGracias
EliminarSigue haciendo locuras, que ahora nos toca hacerlas juntos. Porque... me alocas, me locuras, en sintonía con el paisaje que nos protege. Te quiero, mi Lola.
ResponderEliminarDe la mano cogidos, sin esperas, sin prisas...
EliminarMuchas cosas de las conseguidas hoy en día,
ResponderEliminarlas llamaron quimeras.
Me gusta ser un iluso,
tal vez es lo único que me llena.
Salud Lola
Que vivan las quimeras por los siglos de los siglos y que nos mantenga vivos en sueños cumplidos...
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