Y la lluvia empieza a caer acompañando con su compas nuestra existencia, días de angustia, noches de soledades y tú, tú siempre estás al otro lado aún cuando la distancia no me deja contemplarte..... Lo intento pero no puedo, el camino se me hace angosto y frio. Dejo la música entrar en mis venas para que me recorra las entrañas y vuelva a poder sentir calor en mi cuerpo herido y tembloroso.
La niebla me acompaña espesa, hace difícil respirar y me empuja hacia el suelo del aislamiento. Un desierto se abre ante mi desesperada agonía de encontrar un vergel a mi paso…..marrones y grises se mezclan cambiando el color de mis pupilas, el miedo me paraliza y la luz se marcha a mi paso……….corro ligera pero no la atrapo, abro bien mis ojos pero desaparece como humo de un cigarro. Necesito tu ser, como imprescindible es el aire que respiro para mantenerme viva……….. las nubes negras no cesan, demostrando su furia, tormentas sin fin que descargan truenos en mi cabeza. No hay día ni noche, todo es feo e invisible a la vez, sentimientos encontrados en el camino de la desesperanza que no ofrecen posibilidades de cambio. Mar inmenso complicado de atravesar, la lluvia no cesa......los colores desaparecieron y tú, tú siempre estás al otro lado.