No…,
no puedo creer que al fin tirases la toalla.
No,
no puedo verte sin vida,
no,
no soy capaz de soportarlo.
No puedo ver como dejaste que se marchara sin una despedida,
sin una triste sonrisa que endulzará tu caminar.
No,
se me quiebra el alma ante la impotencia del abandono
el corazón pena
y siento como en el pecho el dolor no me permite respirar.
No,
jamás creí en tus palabras
y ahora que te veo vacía y sin vida
entiendo que tus señales eran gritos de auxilio.
Y no supe verlo,
egoístamente,
mire para dentro.
No mi amor,
no puedo…,
aun sintiendo el frío que cubre tu cuerpo
en la insondable inmensidad del vasto mar,
no puedo creerlo.