sacudir el dolor de mi vestido
y seguir camino.
Pero de nuevo
me ha pillado por sorpresa la desidia
y me ha desangrado los sueños.
Me faltan las fuerzas,
ellas quedaron dormidas esta mañana en la almohada.
Me falta la luz…
ha sido apagada de un golpe certero en la diana del olvido
y ya,
solo me queda mirarte a los ojos
y pedirte que no esperes por mí,
ya intentaré pillarte en el camino de la vida.
Al igual el tren pasa de nuevo
y yo pique billete a tu encuentro.
Nada es cierto hoy,
todo es gris y feo,
ya los colores quedaron en el olvido
y mis ojos nada recuerdan.
El bastón me ayuda a tocar fondo
y el agujero negro
me traga los recuerdos.
No me dejes arrinconada en tu mente,
si ves que un día me olvido de llamarte
y ya no recuerdo ni tu nombre.
La negligencia se hizo dueña de mis memorias
y no les permite airearse del polvo de la desidia.
Abrázame fuerte,
y dime que me quieres…,
aun cuando no sea capaz de contestarte
Lola Fontecha
Septiembre de 2017