Si supiera,
te movería a la realidad invertida creada para ti,
concediendo el deseo perdido en tu senil belleza,
abortando tristeza engendrada en tus adentros
por locura enrevesada que se adhiere a tu imaginación.
Si la hoja de instrucciones llegara a mis manos,
me convertiría en mil tonalidades para satinar el gris que
invade tu mente
y tragar sin descanso las ilusiones indignamente.
Si pudiera hacer el máster de la vida,
sería pañuelo que enjugara tus lágrimas
y goma de borrar para arrancar del libro de la existencia tus
ganas de llorar.
Y por poder pudiendo,
me entregaría en cuerpo y alma,
para hacerte cosquillas desde el cielo de la esperanza.
Lola Fontecha