Me he mudado al país de los
sueños sin más equipaje que la ilusión bajo el brazo, a ese lugar donde las
películas de amor tienen final feliz y te creaba con mis manos justo a mi lado.
Me he dejado imbuir por la esencia de romero que envuelve los sentidos,
reviviendo los colores que se quedaron atrás y de nuevo tú has recreado.
Me
dejé atrapar por tus besos sabor a canela, para enamorarme un poquito más de ti
y así resurgir cual ave fénix remontando a tu lado, entre fantasías animadas
desde tus ojos y aromas inventados por ti.
Escribí un cuento donde todo era imaginario
y la utopía tomaba forma para hacerme reír desde tus labios.
Me entretuve en
juntar las estampas de mi niñez, para recordar a mi madre recogiendo coquinas
en el mar de mis sueños y tú los velabas en la distancia adormecida en
sentimientos.
Vislumbré en las afueras de mis pensamientos lo que quise ser de
mujer y te presentí entre los árboles que mimaban mis ojos.
Me dejé llevar por
el río de la pasión, para que mi cuerpo se conmoviera entre los alisos que
pintaban primaveras y tu albor asía mi existencia.
Y alguien grito en la
distancia que marcaban diferencias y no quise escuchar su voz, porque lo tengo
muy claro, porque es mi sueño y los sueños, sueños son.