Por fin te encontré
Tropecé con tu mirada
y la nada suspiró de nuevo al alba.
He vapuleado a mis miedos
de tal forma
que han salido corriendo entre mis sueños.
Aventé al trigo de la desesperanza,
y se deslizó bajo la puerta
con la maleta hecha.
No me cuentes cuentos de sal y pimiento
que pronto se acaban
y me tropiezo entre bambalinas,
hasta volver a caer al frío cemento.
Lola Fontecha ©