Día del libro

Día del libro

ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA. VERÁS EL RESULTADO...

ESCRIBE CON EL CORAZÓN, REPASALO DESPUÉS CON LA CABEZA.                       VERÁS EL RESULTADO...

sábado, 17 de noviembre de 2018

Por ti, por mí, por ellas...


Me resulta fácil aplastarte, le dijo el martillo al clavo... Y en ese momento el cuento cambio los terminos del final feliz, en paginas emborronadas por lágrimas vertidas. Los sueños en pesadillas atroces y el camino en vereda apedreada e insultante, quebrando el alma en mil pedazos.

Tus ojos se cerraban en acomodo, y tu cuerpo descansaba en el suelo de la insolencia. No hay respuesta ante las preguntas, no hay razón para dormir y sí para acabar con todo.

Los comienzos se interrogan y ya tú, te pierdes en los golpes dados. No saltas de forma acertada, tropieza la debilidad impuesta y los días, pasan de largo... Coge mi mano y piensa en la puerta violeta que se abre a tu paso.

Lola Fontecha, en modo "mujer dispuesta".

Por ti, por mí, por ellas.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Dando pasos adelante...



Y el desamor amortizó sus días, cambiando las sábanas del olvido. Pintó sonrisas de acuarelas y sacó del baúl su mejor vestido. Calzó tacones provocando ruido. Espantó al silencio impúdico, que se había adueñado de su sillón. Limpió de telarañas el espejo de la tristeza y marcó la ilusión en el mapa de la vida como destino a seguir...

jueves, 8 de noviembre de 2018

Cosas de Lola

Soñé que soñaba un sueño soñado, y desperté en realidad que atempera sentidos, asustada al verlo realizado.

La ducha estaba encendida, preparada, a punto para ser disfrutada y soñé que soñaba un sueño cumplido. El vaso medio lleno, el resto por ti había sido bebido y una mano amiga que abría de nuevo el grifo para llenarlo.

Vislumbraba a lo lejos, un camino de piedras lisas, por el que andar sin peligro y soñé con zancadillas que driblaban el destino. Y me cansé tanto que seguí en cama ensoñada, soñando sueños dormidos.

Cosas de Lola.

lunes, 5 de noviembre de 2018

En la oquedad de la desidia.


Aprendí a saltar, para no volver a caer en la oquedad de la desidia y volví a visitarte para recuperar el silencio inoportuno. Me abracé a mi hijo para sentir que la vida sigue y que tu existencia no debe ser tragada por la oscuridad de la incomprensión.

Hoy, seguimos andando por la fuerza que nos infunde tu ejemplo de vida, en ideología marcada por tiro certero que te apagó la voz, en mudas tapias de cualquier cementerio. Lo hacemos en forma de "Memoria histórica", y en respeto a tantas vidas apeadas en las cunetas olvidadas.