En silencio te digo, y que razón tenías.

Y qué razón llevaba cuando me dijo “te quiero”…, el alma se me cayó al suelo cuando sentí su abrazo buscado, cuando encontraba margaritas a mi paso y sentía el olor a mil lavandas cuando mi cuerpo temblaba a su lado.

Y qué razón llevaba cuando prometió pegar mi corazón roto, provocando que la música llegara a mis oídos y el sabor a mis labios.

Y qué razón llevaba cuando me dijo “aprenderás a mi lado”…, he sentido el regustillo de la poesía brotar a cada latido de mi corazón.. y he encadenado frases que construían castillos en el aire y atraían la belleza a mis ojos…..

Y qué razón llevaba cuando decía “vales mucho” he aprendido a mirarme con orgullo y a levantar mi cabeza cuando me pisa el mundo.

Y qué razón llevaba cuando me prometía sentir, he experimentado en mi piel sensaciones de las que desconocía su existencia. Me he estremecido con sus manos solo por donde el surco se hacía.

Y qué razón tenía cuando la luz me ofrecía y qué razón tenía.