martes, 26 de diciembre de 2017

No es discapacidad el tema





Tu incapacidad sube al escenario
en el momento justo del respeto.
Mi destreza,
se atenúa ante tus ojos invisibles de comprensión
y sigo estampando sendas
en el libro de la vida.

A mí, me corresponde volar alto,
y a ti, si no me crees capaz de hacerlo

mirar para otro lado.

Mi soledad,
la cubro con el manto de “poder puedo”,
y acaricio mis pasos en la memoria del olvido.

No preciso tu pena, ni deseo tus lágrimas,
solo quiero que me veas igual.
Y ten claro que no quiero tu ayuda
si con ella me pones piedras en el camino.

Ven,
dame tu mano y marchemos juntos.

Porque yo, no soy especial,
ni de cristal,
no me rompo fácilmente
aun cuando mi cuerpo te pueda engañar.

Tampoco soy papel mojado
o arrugado al que puedas tirar…
Mi cuerpo, es real,
mis sentimientos como los tuyos
y mi corazón, igual.
Solo cambia algo muy importante “tu discapacidad”
por ella lo conservo entre algodones
para mitigar tu incomprensión
y que no lo puedas lacerar.

Los daños colaterales,
serán aquellos que yo permita
para mostrar mi capacidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario