viernes, 24 de agosto de 2012

El ocaso endulza el silencio que produces...





Me atrevo a decir que la soledad se invierte
y que los quiebros de la felicidad para visitarme,
hacen dulce mi caminar ambivalente.

Y anticipo a los placeres
las texturas adecuadas,
para hacer un embriagador manjar en tu boca. 



Piel con piel extremando horizontes,
océano perdido entre eriales,
que hacen de faro para el deseo.

Y no preguntes,
porque no se qué contestar,
me quedé sin palabras por la decepción.

A cambio y con suavidad
dejo los sentidos en este aire que brota de ti,
solo por dejarme llevar.

Ocaso entre mares que no son mares,
es lo que en mis ojos manifiestas.

Y mi amor,
se pierde entre arenales,
en mitad de la tormenta.

sábado, 4 de agosto de 2012

No más, que un puñado de "Me gustaría"




Me gustaría ser capaz de esgrimir una razón para reír y aun con ganas de llorar por verme abordada por la soledad, sentir que mis ojos vuelven a brillar de felicidad. 

Me gustaría ser libre en el tiempo para extender mis alas y poder volar, sin pretender no más que buscar ese camino que quiero encontrar. 

Me gustaría volver a ser acariciada por amor y mirar tus ojos para escuchar tu voz sin apenas articular palabra. 

Me gustaría meterme de lleno en el mar, sin más atuendo que mi piel desnuda, para de ti volverme a llenar. 

Me gustaría poder gritar a la libertad que soy libre,  porque de nuevo te volví a encontrar.  

Me gustaría ser motivo y razón para que volvieras a brillar con esa luz propia que siempre has tenido, aunque por diversos motivos no has sabido apreciar. 

Me gustaría ser principio para ser testigo de tus pasos al caminar y fin para a tu lado con seguridad poder mis ojos cerrar.

Y ser causa-efecto para que volvieras a amar a pecho descubierto, sin pensar que puedas sufrir porque me pueda marchar.